A pesar de una generosa vía de agua (3-1) que nos abrieron nuestros rivales, solo nos hundimos hasta 13 Metros. Todavía podemos reparar nuestro buque, y remar todos en la misma dirección, seguro que lo pasaremos tan bien como en el rafting de Melgaço.
El gol de Yasi, luego de una buena jugada de Suso, sirvió para recortar diferencias, pero el que fue realmente espectacular en cuanto a potencia y colocación lo convirtió Guiller. El tanto de tan bella ejecución dejó boquiabierto hasta a el mismo copán, que no pudo hacer nada para atajarlo.
Al término del partido, algunos nos arrimamos al Buca a degustar una zorza con coca-cola, otros con cerveza o kas de naranja. Pepe lo hizo con Tila bajo prescripción del Mister. La tormenta perfecta amainará, las aguas volverán a su cauce, y nuestras bombas de achique nos harán ascender unos metros. La cena del 23 del presente contribuirá a ello. Nuestro buque llegará a buen puerto.
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